El mercado residencial español continúa mostrando un ritmo ágil en determinadas zonas. Durante el tercer trimestre de 2025, un 13% de las viviendas vendidas se cerraron en menos de siete días desde su publicación, una tendencia que se mantiene estable respecto al mismo periodo de 2024.

Además, un 21% de las operaciones se concretó entre una semana y un mes; el 26%, entre uno y tres meses; mientras que el 32% de las propiedades necesitó entre tres meses y un año para ser vendidas. Solo un 8% permaneció disponible en el mercado más de 12 meses.

Las capitales concentran los ritmos más rápidos de venta

Entre las ciudades con mayor agilidad destacan Ávila (28%), Granada (24%), Segovia y Pamplona (22%), así como Málaga y Madrid (19% y 18%, respectivamente). En estos lugares, la demanda sostenida y la escasez de ciertas tipologías de vivienda contribuyen a que los inmuebles bien ubicados y en precio se vendan en tiempo récord.

En el caso de Alicante, aunque el porcentaje de ventas en menos de una semana se sitúa en el 11%, esta provincia sigue posicionándose como uno de los mercados más atractivos del litoral mediterráneo. Su combinación de buen clima, servicios, conectividad y estilo de vida sigue atrayendo tanto a compradores nacionales como internacionales. Además, se observa que las propiedades reformadas, con buena ubicación y precios competitivos, tienden a venderse más rápidamente que la media.

¿Dónde cuesta más cerrar una venta?

Zamora, Ourense, Logroño o Lugo son algunas de las provincias con menor incidencia de las llamadas ventas exprés, con tasas de entre el 2% y el 7%. Esto puede deberse a una menor presión de la demanda o a mercados más estacionales y especializados.

Evolución desigual entre provincias

Mientras que territorios como Granada (23%), Guadalajara (18%) o Navarra (17%) muestran cifras destacadas en operaciones rápidas, otras regiones reflejan una mayor permanencia de las viviendas en el mercado. Es importante señalar que el ritmo de venta depende de múltiples factores: la ubicación exacta, la situación económica local, el perfil del comprador y la calidad de la vivienda.

La fotografía actual del mercado inmobiliario en España muestra un comportamiento dual. Por un lado, hay ciudades y regiones donde la actividad es intensa y las viviendas se venden con rapidez. Por otro, zonas con una demanda más moderada presentan plazos de comercialización más largos.

Esta realidad subraya la importancia de conocer bien el entorno local y ajustar cada estrategia de compraventa a las condiciones del mercado. En un contexto de estabilización general, contar con información actualizada y decisiones bien fundamentadas será clave para compradores, vendedores e inversores que quieran moverse con acierto en los próximos meses.

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