La temperatura perfecta para el invierno: ahorra energía y mantén el confort en casa
Con la llegada del frío, vuelve la misma pregunta cada invierno: ¿a cuántos grados poner la calefacción para estar cómodos y gastar menos?
Aunque cada hogar es distinto y las preferencias personales cuentan, existen recomendaciones oficiales y consejos prácticos para lograr un equilibrio perfecto entre confort, salud y eficiencia energética.
Temperatura ideal de la calefacción
Los expertos del IDAE y la Organización Mundial de la Salud (OMS) coinciden en que la temperatura óptima para el invierno en casa se sitúa entre los 19 °C y los 21 °C durante el día.
Mantener la vivienda en este rango permite un ambiente agradable sin disparar el consumo energético.
Por cada grado que subes el termostato, el gasto energético puede aumentar entre un 6 % y un 8 %, según los técnicos del IDAE.
Así que, si sueles ponerlo a 23 °C o más, podrías estar pagando un 20 % extra sin apenas notar más confort.
Temperatura para dormir mejor
Durante la noche, el cuerpo necesita menos calor.
La temperatura ideal para dormir se encuentra entre 15 y 17 °C, suficiente para mantener el confort con un buen edredón o manta térmica.
De hecho, dormir con temperaturas más altas puede alterar la calidad del sueño, dificultando el descanso profundo.
Consejo práctico: Programa el termostato para que baje unos grados al acostarte y vuelva a subir antes de levantarte.
Así ahorrarás energía sin renunciar a una habitación cálida al despertar.
Temperaturas recomendadas por zonas de la casa
Cada habitación tiene sus propias necesidades térmicas. No es necesario mantener toda la vivienda a la misma temperatura:
- Salón y despacho: entre 20 °C y 21 °C, ya que pasamos más tiempo sentados o en reposo.
- Cocina y baño: 17 °C a 18 °C bastan, porque en estas estancias suele generarse calor por el uso de agua caliente y electrodomésticos.
- Dormitorios: entre 15 °C y 17 °C, especialmente si duermes con ropa térmica o edredón grueso.
- Habitaciones infantiles o de bebés: deben mantenerse algo más cálidas, entre 20 °C y 22 °C, para evitar cambios bruscos de temperatura.
- Pasillos o zonas de paso: no requieren calefacción continua, con 15 °C es suficiente.
Dato real: En hogares con calefacción central, instalar válvulas termostáticas en cada radiador puede reducir el consumo energético hasta un 30 % al regular la temperatura por estancia.
¿Cuándo encender la calefacción?
No se trata solo de a qué temperatura, sino cuándo y cómo encenderla. La clave está en mantener una temperatura constante y evitar los picos de consumo.
En general, bastará con encenderla una o dos horas antes de llegar a casa, dependiendo del aislamiento y del tipo de sistema (gas, bomba de calor, radiadores eléctricos, etc.).
En viviendas bien aisladas, la temperatura se mantiene más tiempo y se requiere menos energía para calentar el espacio.
Consejo extra: Utiliza termostatos programables o inteligentes (como los de Google Nest o Tado). Estos dispositivos aprenden tus rutinas y ajustan la temperatura automáticamente, ahorrando energía sin que tengas que preocuparte.
Cómo ahorrar en calefacción (sin pasar frío)
- Revisa el aislamiento de tu vivienda.
Cambiar ventanas por modelos de doble o triple acristalamiento puede reducir la pérdida de calor hasta un 40 %.
También ayuda colocar burletes en puertas o usar alfombras en invierno. - Aprovecha el sol.
Durante el día, abre persianas y cortinas para dejar pasar la luz natural. Al anochecer, ciérralas para conservar el calor acumulado. - Mantén los radiadores despejados.
No coloques muebles o cortinas delante. Una simple barrera puede reducir su eficacia hasta un 15 %. - Purge los radiadores una vez al año.
El aire acumulado en el circuito disminuye la eficiencia y hace que gastes más para obtener el mismo calor. - Instala un sistema de calefacción eficiente.
Las bombas de calor aerotérmicas y las calderas de condensación son actualmente las más sostenibles y con menor consumo. - No abuses de la calefacción eléctrica.
Es la opción más cara. Si tu vivienda usa radiadores eléctricos, combina su uso con alfombras, cortinas térmicas y aislamiento.
Calor eficiente, planeta agradecido
Usar la calefacción de forma responsable no solo mejora tu factura: también reduce las emisiones de CO₂ y contribuye a los objetivos climáticos europeos.
Se estima que el 30 % del consumo energético doméstico en España proviene de la calefacción, por lo que pequeños gestos —como bajar el termostato un grado o mejorar el aislamiento— tienen un gran impacto colectivo.
Puntos claves
- La temperatura ideal en casa está entre 19 °C y 21 °C.
- Por la noche, baja el termostato a 15–17 °C.
- Usa termostatos inteligentes y mejora el aislamiento para ahorrar.
- Evita sobrecalentar tu hogar: gastarás menos y cuidarás tu salud.
Un hogar confortable no necesita estar sobrecalentado: solo bien regulado.